Un beso se ha convertido en necesidad.
El vacío arrastra a la vida que
pide rescate.
El hielo del alma duele, y
busca socorro.
Los sueños se pierden en el abandono,
y los días son semejantes a río seco,
el árido bosque conoce el
sentimiento.
Un beso se ha convertido en
necesidad.
La aurora colecciona sus llegadas
imaginarias,
las noches se unen a la memoria,
a la nostalgia
de aquellas sendas donde los
labios florecían
y podían los deseos encantarse con
su gracia.
El yugo es pesado y no soporta
eternidad.
El tiempo ha dejado de ser
amigo de los sueños.
La vista de la esperanza se
acorta, no tendrá remedio.
Los labios pasan de lejos, y
son ajenos a la necesidad.
Un beso salvador, haría hoy la
diferencia de amar.