domingo, 24 de julio de 2011

Cunita de amor



Cunita de amor tienes mi angelito bello,
en mi pancita estas  arrulladito y calientito.
Mami  cuida tu santuario mientras creces,
con dulce anhelo y bendición del cielo.

Contarte cada día mi ilusión por abrazarte,
imaginar mi gozo al besar tus manitas,
y ver mi silueta en tus ojitos de chocolate,
durante tu gestación es oficio de alegrías.

En tu cunita de amor no estás solo bebé.
Cajita de sorpresas tus gustos y carácter,
ahora sé que eres buen nica al comer,
y que disfrutas tus tertulias con Marcel.

Florece tranquilito, tu cunita está sostenida
por renuevos de serenidad y esperanza,
por el  júbilo concedido del Padre bueno,
y las canciones de fe que mi mundo danza.

martes, 19 de julio de 2011

Amor verdadero


El milagro del amor se reveló  frente a mí,
cuando tus labios me besaron apasionados.
Tus manos acariciando mi silueta  confirmó
que la espera se consumó con tu presencia.

Fue perfecto el sabio designio del tiempo.
Leyenda el escrito  de nuestro encuentro.
Días de complacencias y fracasos amorosos,
románticamente  alertaron al sentimiento.

Esculpido en tu frente estaba mi nombre,
y en tu pecho brillaba el reflejo de mi corazón.
Tu piel era la llave de mi cuerpo ardiente,
y tus palabras sello eterno del verdadero amor.

Saber que existes me basta para ser feliz,
pensar que mi amor tiene rostro es glorioso,
y escribir poemas de amor en tu nombre,
es fuente de inspiración y vida con propósito. 

lunes, 18 de julio de 2011

Ensueño y realidad doliente


Brillabas como el oro en mina escondida,
tu voz me hacía flotar en nubes de algodón,
y tus letras eran el mejor poema de amor.

Un viaje  explorador afirmó la ilusión,
tus ojos fueron resplandecientes luceros
que irradiaban romance y vida  en mi interior.

Nada más que pensar le dije al corazón,
mi deseo es conquistar un mundo compartido.
¡Encontré al hombre que nació para mi pasión!

Espejismo fatal fecundó el ensueño del alma,
la realidad me echó al destierro de la soledad,
no era oro, ni amor, es hiriente y mortal  dolor.

domingo, 17 de julio de 2011

Después de algunos años


En vísperas de navidad
hicimos votos de amor en el altar.
Después de algunos años
solo nos queda el deseo de volar
donde podamos suprimir el recuerdo,
y no dejarnos alcanzar por el rencor,
todos los días alimentado y fortalecido
con tus penas y las mías.

Después de algunos años
nuestro sueño es borrar la tristeza,
recuperar la sonrisa que juega a las escondidas,
romper las cadenas de un sacrificio doliente,
llamar a la libertad amiga
y bailar los sones populares
de una esperanza al fin festiva.

Después de algunos años
solo nos quedan las ganas de volver a empezar,
enterrando la cruz de un mundo mal compartido,
con nuevos amores o casados con la soledad,
eso no es tan importante ahora
como el reconquistar nuestra paz.

Después de algunos años,
en los que batallamos tanto,
con guerrillas emocionales y huestes de maldad,
que atacaron a muerte los buenos deseos
y al amor no bien recibido por preceptos lunares,
tú y yo no logramos cantar ¡Gloria y Victoria!
No pudimos ganarle a la ofensiva racional.

Después de algunos años,
solo nos queda el deseo de volar
en vísperas de navidad,
imaginando que nunca recitamos
votos de amor en el altar.

miércoles, 6 de julio de 2011

Yin y yang perfectos


Ninguno descubrió su verdad por la palabra,
los deseos murmuraban en códigos secretos
a la mirada de fortaleza fingida y silente,
analfabeta del  lenguaje fiel del recuerdo.

El adiós era inminente,  cerrar la puerta
era pertinente ante el despertar de las dudas.
Empezaban a clarear las ganas camufladas
entre justificaciones absurdas al sentimiento.

El momento pedía ser redimido por el actuar,
tu mano en mis caderas reclamó por los dos,
el encuentro que la emoción descubrió,
sin más reserva, sin fríos y estériles rodeos.

La noche se vistió de encanto para el amor,
 intrépidos besos inspiraron el versar físico,
con destello de luces en cada poro abierto
por el prodigio del yin y el yang perfectos.

viernes, 1 de julio de 2011

Mutilación




La sequía llegó al portal del encantado amor,
dispuesta su voluntad para mutilar corazones.
Cambió el fantástico celeste por el extinto gris,
y lapidó sueños de un mar que se solía dar.

Pueblo fantasma es ahora el sentimiento.
El alma se abate en la huida de unos brazos
que quisiera encontrar felices, enamorados.
Reserva natural de fortaleza y eterno aliento.

Camino obstruido el deseo de tiernas  miradas
en las que el  amor anhela perderse sin fin,
y  besos en los que precisa fundirse con creces.
Pan de vida el romance y la ilusión compartida.

La sequia llegó al portal del encantado amor,
mutiló las emociones y los sentidos del corazón,
declaró muerto el mar y olvidada la esperanza.
Presagio de soledad en su preciosa lozanía.