Baila conmigo esta balada que
escribió el destino, subliminal tu nombre y el
mío, en
cada fragmento. Imán con porte furtivo de suave
ritmo, que nos une en el abrazo que esperaron nuestros años,
sin imaginarlo… en silencio… necesidad a gritos, ya sin el hábito del
tiempo. Baila conmigo sin grilletes en los pies, porque el momento recla-
ma libertad para crear cóncavo y convexo con nuestros cuerpos, incitados
por la perspicacia de su lenguaje sereno. Tus manos en mi cintura y mi ca-
beza en tu hombro simplifican el mundo en este espacio compartido,
que aviva el deseo y estremece nuestro aliento. Eterna la melodía o e-
ternas las ganas de parar el reloj, mueren los pretextos para sepa-
rarnos y ser dos, porque en la distancia nuestro alivio será el
recuerdo. Baila conmigo esta balada que el destino
escribió, en esta quimera donde los enamo-
rados somos tú y yo.
ritmo, que nos une en el abrazo que esperaron nuestros años,
sin imaginarlo… en silencio… necesidad a gritos, ya sin el hábito del
tiempo. Baila conmigo sin grilletes en los pies, porque el momento recla-
ma libertad para crear cóncavo y convexo con nuestros cuerpos, incitados
por la perspicacia de su lenguaje sereno. Tus manos en mi cintura y mi ca-
beza en tu hombro simplifican el mundo en este espacio compartido,
que aviva el deseo y estremece nuestro aliento. Eterna la melodía o e-
ternas las ganas de parar el reloj, mueren los pretextos para sepa-
rarnos y ser dos, porque en la distancia nuestro alivio será el
recuerdo. Baila conmigo esta balada que el destino
escribió, en esta quimera donde los enamo-
rados somos tú y yo.