martes, 5 de enero de 2016

Pesadilla
















El final del camino descubre una puerta cerrada,
voz, piel, sonrisa y lágrimas, agitación y sosiego,
espera y silencio, alucinaciones de amor, llaves inservibles.

Parada frente a la esperanza invoqué tu nombre,
porque con el abrí ventanas donde me escurrí alguna vez
para verte de lejos, y con suerte llegara a mí el perfume de tus flores.

Acceso denegado, no conspiró el universo a mi favor.
Llaves y ofrendas quedaron frente a tu puerta,
sin molde ni magia para conquistar entrada, es grande el dolor.

Alforja vacía, alegría desvanecida, tu imagen perdida, alas rotas.
Pesadilla al fin, la puerta del amor no existe y tú no eres real.
Camino seguro, portal abierto, soledad en mi despertar.


6 comentarios:

  1. Silueta del alma, ganas tenía de verla.
    ¡Bonito poema!
    Abrazos.

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    1. Rosa María, un abrazo desde Nicaragua. Gracias por leerme, es un honor, una dicha muy grande. Gracias, muchas gracias.

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    1. Kin, siempre tú, a lo largo de los años. Te mando un abrazo mi amigo. Gracias por estar.

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  3. Me han encantado tus versos, llegan al alma, cuantas veces encontramos una puerta cerrada y creemos que todo termina ahi...cuando la verdadera puesta siempre está abierta y nos acoge en luz, amor y paz.

    Un abrazo de luz.
    Ángeles

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    1. Gracias Angeles, tú lo has dicho maravillosamente. Me encanta tu reflexión. Un abrazo amigo desde Nicaragua

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