tu presencia en mis días es hermosa melodía,
que repara sueños de un mundo sin sabor,
y me lleva por el arcoíris de tu mundo interior.
Cómplice de un deseo compartido,
tu alma y la mía, frente al mar,
Disfrutando el ocaso glorioso,
fecundado por tu amor a la vida.
Caricias escritas, siempre declamas,
expertas en apagar dolores que sangran.
Centinelas de una ilusión sana,
bálsamo que arrulla a la silueta de mi alma.
Tu misión no es tan solo dar,
no te escondas hoy que tu corazón llora.
Déjate amar en un universo compartido...
Hermoso mío, déjate cuidar y consolar ahora.
Eres un ser de luz hermoso..!
ResponderEliminarGracias
DDS
Me honra tu valoracion. DDS. Un abrazo fuerte desde Nicaragua.
ResponderEliminarPor los comentarios anteriores ¡creo! que tu también has leido a ese poeta lejano, pienso que estos versos vienen como bello enlace a tu precioso poema:
ResponderEliminar"¡Mujer!... corro al abrigo de tus ansias,
como un niño que necesita alimentarse…
Te imagino como néctar que fluye, rocío de mi boca;
viajando desde aquel lugar donde sólo la nieve reina,
y el sol se pierde con recurrencia…
"
Desde tierras muy lejanas, "luego de la cordillera" mis cariños poetisa.
¡Un admirador de tu poesía"
"En el ultimo lugar del mundo..." Ahora entiendo y agradezco a la vida tu presencia en mi versar.
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