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| A la memoria de Alexis Rubi Zavala |
Nueve días de rezos
Después que se ha enterrado al muerto.
Cada uno con su afán de encontrar sosiego.
Día primero,
La casa aún huele a flores,
Vela y entierro martillan el cerebro.
Día segundo,
En el afán de acompañar el dolor,
Mil voces aturden al corazón.
Día tercero,
Pesadillas ciñen las noches eternas,
Sueños de ojos abiertos reviven los recuerdos.
Día cuarto,
Sus pertenencias hablan al alma,
La cruel realidad desencadena el llanto.
Día quinto,
La mente se prepara para vivir con la ausencia,
Mientras el sentimiento guarda silencio.
Día sexto,
Lavarse la cara, quitarse los harapos y seguir andando,
La razón reordena el pensamiento.
Día séptimo,
Fuerzas internas se activan para la vida,
Con mecanismos de defensa se hacen íntimos.
Día octavo,
Una semana separados,
Comprometido el amor en calma para no olvidarlo.
Día noveno,
Sabiendo que vivirá por siempre en el corazón,
Se cierra el ciclo del duelo.
Amada Silueta, tristemente compartirmos la experiencia de perder a Alexis y de vivir ese ciclo que con tanta precisión describes. Después del noveno día, la paz vuelve a buscar su refugio en nuestro corazón, ahí donde Cristo permanece y la multiplica, diciéndonos que el que cree, aunque esté muerto vivirá. Sabemos que esta promesa es real y que volveremos a encontrarnos allá en la eternidad. Mientras nosotros seguimos en este valle, el ejemplo de quienes se marcharon antes que nosotros, es un aliciente para vivir a plenitud la vida en Cristo. Gracias por compartir tu pensamiento y por estar siempre presente con tu amor en mi vida. Un abrazo.
ResponderEliminarTienes un don especial para sacar lagrimas de mi corazon emocionado ante tu sensibilidad. Muchas gracias por tu presencia en mi vida y en mi versar Cina. Ciertamente, tu eres mi inspiración. Te quiero mucho.
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